think-o-rama
Durante setenta y dos horas decidí dejar de pensar sólo como un ejercicio; para mi sorpresa resultó mucho más sencillo de lo que me había imaginado. Con sólo perderme en la profundidad de tus ojos, o en el guiño de tu comisura fui capaz de no hacerlo.
Deambulé cual zombie durante mis rutinas diarias, e incluso adquirí algunas nuevas. Vi la rueda que da vueltas y controla el tic tac de todos, pero como no pensaba, no comprendí. Poco importó, el ejercicio estaba saliendo a la perfección.
Al parecer todo tiene su natural límite y mi cuerpo se encargó de hacerme saber que no estaba conforme con tamaña decisión, porque haciendo honor a la verdad, me había gustado tanto que estaba evaluando la posibilidad de no pensar nunca más. Por un momento pensé que iba a lograrlo, pero fue en ese instante en donde comprendí que había perdido la apuesta.
De pronto y sin aviso previo, giré y caminé sobre mis manos, vi el mundo desde el ángulo nuevo y los embates del tiempo me obligaron a volver.
Hoy ya no me pierdo y estoy seguro que tampoco gané demasiado volviendo a pensar. Pero poco a poco mis entrañas se acomodan de nuevo en su lugar.
Tal vez en el próximo intento lo logre, sólo tal vez.
Deambulé cual zombie durante mis rutinas diarias, e incluso adquirí algunas nuevas. Vi la rueda que da vueltas y controla el tic tac de todos, pero como no pensaba, no comprendí. Poco importó, el ejercicio estaba saliendo a la perfección.
Al parecer todo tiene su natural límite y mi cuerpo se encargó de hacerme saber que no estaba conforme con tamaña decisión, porque haciendo honor a la verdad, me había gustado tanto que estaba evaluando la posibilidad de no pensar nunca más. Por un momento pensé que iba a lograrlo, pero fue en ese instante en donde comprendí que había perdido la apuesta.
De pronto y sin aviso previo, giré y caminé sobre mis manos, vi el mundo desde el ángulo nuevo y los embates del tiempo me obligaron a volver.
Hoy ya no me pierdo y estoy seguro que tampoco gané demasiado volviendo a pensar. Pero poco a poco mis entrañas se acomodan de nuevo en su lugar.
Tal vez en el próximo intento lo logre, sólo tal vez.
5 Comments:
Callar al "charlatan interno" es jodido. Para mi hay q engañarlo y hacer todo lo contrario a lo q diga. Ese puede ser un buen ejercicio, voy a intentarlo.
abrazo!
Uh, y yo que te iba a pedir la fórmula...hace dos días q estoy erroscada, mal, al pedal...mal, estoy muy Katrina estos días...es más...ni me hablen, porque estoy q trino!!!
igual...besos
el anonimo soy yo: Marieysumambo, esta bosta encima no me deja comentar grrrrrrrrr!!!
Me surgio el siguiente pensamiento:
- Las parcas tejen los hilos de la vida.
- ¿El hilo será muy diferente al propio color de cada uno?
- Cuando podemos no pensar, es por que lograron usar un punto invisible.
- La vuelta es complicada, por que un poco se enrriedan para volver al punto anterior...
que nunca es el mismo, por que ya estan en otro lado...
Lilus
Sop: El charlatán interno se la come.
Hay días en que hay que cagarlo a patadas en el culo. Otros días es un buen amigo.
Marie: Ahí está la fórmula. A veces no es bueno pensar tanto.
Lilus: ¿Cómo hago para que comentes más seguido?
Yo no creo que el color del hilo sea muy diferente al nuestro, lo que creo es que nuestro color puede ir variando, es por eso que a veces engañamos a la parca.
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