viernes, febrero 02, 2007

Mirrorballed

Un sonido siniestro y la geometría musical me transporta entre violines que flirtean con las sinusoides del mis ganas.
Subiendo cuestas imposiblemente seductoras, uno, dos, uno, dos.
El éxtasis se parece a la calma y la calma es un elixir mágico capaz de cuidar de mí.
Bajando pendientes espiraladas, tres, cuatro, tres cuatro.
La angustia espera en el fondo agazapada, sólo un rato, y vuelta a tomar impulso.
Los rebotes de los graves recuerdan a un palpitar, por ese.
Sí, por ese, el que tiene tu mirar.

1 Comments:

Blogger Pachuco King dijo...

Gracias Sandro :D

12:38 a. m.  

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