domingo, septiembre 10, 2006

Endorfinas en la mente

Cuanto me costó el impasse. Dejar de ser yo para ser quien fui se me hizo agotador, abrí todas las ventanas para ver si el aire imprime velocidad al retorno.
Las endorfinas trabajaron a la perfección y me llevaron al estado alfa en el cual nada es lo que parece y todo lo usual se convierte en algo nuevo pero con el tedio de ayer.
Ahogarse como nunca en la vieja rutina puede ser muy desalentador.
Al fin la bruma se despejó y el camino de vuelta dejó de ser un espejismo.
Como los zapatos son tan nuevos como los pies no me sorprendió encontrarme con los malditos recuerdos nuevos, los recién creados, los inventados en el sueño de anoche. Esos que son imposibles de borrar.
Como el eterno resplandor de una mente sin recuerdos, así, tal cual.

2 Comments:

Blogger marie.y.su.mambo dijo...

Yo me siento ultimamente con zapatos nuevos en pies viejos, habrá que aprender a caminar los nuevos rumbos que me propuse...

10:54 a. m.  
Blogger sopmac dijo...

Aunque se haya despejado la bruma, camina firme y paso a paso, no sea que el brillo del sol te deje ciego.

2:18 p. m.  

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