miércoles, junio 27, 2007

El arte de crear buenos recuerdos nuevos

Durante una cena empapada de emociones descubrimos en dónde se esconden los secretos de las mayores incógnitas y revelamos que los valores pueden ser lo contrario de lo que creíamos.
Soñando despiertos creamos todo tipo de soluciones para los misterios que rigen nuestras vidas desde hace milenios.
Volvimos a analizarlo una y otra vez, y lo grabamos para que yo pueda oír la música mientras camino por el frío de la noche.
Pero lo trascendental, lo memorable, lo realmente fantástico, es que logramos crear buenos recuerdos nuevos como prometimos y anotamos hace un tiempo. Pudimos hacer recuerdos de esos que son indemnes a la lluvia ácida, recuerdos que están libres de todo vestigio de los anteriores.
Y claro, fuimos felices y nadie se atrevío a oponerse. Ni siquiera los espías de la tercera edad.

domingo, junio 03, 2007

frío

Cuando todo es nada y cuando nada es todo puedo cerrar los ojos y dejar que fluya el tiempo.
Hay noches en que me urge devorar la tempestad de tu sueño, las endiabladas visiones nocturnas que giran entre los armónicos y las síncopas traen consigo lujuria en medio del frío de junio.
Cuando todo se resuelve con un abrazo sé que es el preludio de lo magnífico. Y
suenan las velas y apagan tu sexo los sonidos, es entonces cuando es más importante que nunca apurar al frío.
Cuando las sonrisas flotan en el aire es el momento previo, es el paso dado al azar con la seguridad de pisar tierra firme.
Voy preparando el terreno, algo mínimo, algo inmenso se aproxima.