Prolijo
como la última gran venganzarío con estilo californianocon modales etimológicosdisecciono sensacioneshasta que el ordenllegue al fin
Plagiando al Diego
En un gesto que sólo yo veo, el mundo en miniatura.Y un millón de tornillos bailan al ritmo de mis dedos.
Voy quedándome sin horas, hoy el discurrir de un día cualquiera
comienza a resultarme tan habitual como nunca. Así es como es.
Sin esfuerzo dibujo en mi memoria y sé que el movimiento es ilusorio,
pero soy feliz traduciendo en sentido antihorario.
Intimamente presiento que Borges hoy odiaría mi elección de colores.