Ileso
Arranca, vamos, como veamos: damosCuando llegamos extendiendo manosSonriendo estamos, locos quedamosSomos trece de familia y sonamosCuida que en nada dependas de excesoFrena el sentido si es de más traviesoSer transparente te transporta ilesoNo se fracasa si existe un comienzo...Ah,¿Qué quieres hacer?Del inicio a la meta existen problemas comunesPreguntas y respuestas revueltasCuestión de ver la correctaNo se fracasa si existe un comienzo(x3)Ser transparente te transporta ilesoEntonces ya acomodadas, empiezan las andadasCaídas falladas entre que metas alcanzadas y yaLocalizadas es focalizarlasAbarca tramos, donde seamos unamosCuando movemos también avanzamosViviendo amamos si diferenciamosIguales sobre el sonido rondamosCuida que nada te quite el motivoDa gracias al color de estar vivoAunque tropiece me levanto y sigoAl número "M" lo llevo conmigo...No se fracasa si existe un comienzo(x3)Ser transparente te transporta ilesoHey, ¿Qué vas a hacer? ¿Estás conforme con lo que tienes?Yo no dependo de nada, dependo de aire y mientras haya aireAquí estaré luchando, representando a mi genteLa que ha tomado y la que tomará en la mano el macheteEso, así de fácil, y no estoy conforme y exijo mis derechosSi no me gusta lo que veo, opino y lo defiendo, aquí estoyMira, no doy ningún paso atrásMira, no me pienses detenerAhora es mi turno, quieras o no quierasArtillería Pesada anda por el rumbo (anda por el rumbo)x6Qué es lo que esperas que un día sucedaPorque te entregas, abusas no empleas... (x3)No se fracasa si existe un comienzo(x3)Ser transparente te transporta ileso.
Ileso - Control Machete
OND
Como si las olas del tiempo o como un capitán Nemo barbado.
No sé bien qué día, durante setenta y dos horas soñé que había vencido al insomnio.
Durante años me dediqué a mentir y durante cuatro días bajé un sello atrás de otro.
De repente unos días de velocidad y de tiempo a contramano.
Alguien se deshace como la piel de una cebolla y como en oleadas llega el nuevo viejo viento.No sé cómo empezó ni qué botón toqué, pero a veces la realidad supera a la ficción.
En blanco y negro un sonido inconfundible me recuerda una boca.
Ciego y sordo me es imposible ver mas allá de un metro.
Si lo hubiese sabido ante una mirada de soslayo y el mundo cambió por completo.
Hay días en los cuales los colores se destiñen y atonal es el átomo atónito atento a tentarme. Hoy jugué con las sombras y difícil fue estar seguro pero detuve el tiempo; viajé hasta el más allá acompañado de un recuerdo falso.
Hoy llevo en el cuerpo la marca de una mala decisión.
Pasando por ideas ridículas parece ser que hace un tiempo estoy tras los pasos de un duplicador de tiempo.
Montañas de agua
Como si las olas del tiempo no entendieran de cambios de ritmo, la playa es la misma cinco años después. La arena está en el mismo lugar y hasta soy capaz de ver las mismas dunas, aunque a priori parecen distintas, tengo la certeza de que hoy están compuestas no sólo por la misma cantidad de arena, sino por los mismísimos granos. Y no me sorprende.
Será porque no tienen más vida que en mi cabeza, será porque en la vez anterior también era un reflejo de mi imaginación, pero en determinado punto tuve un déjà vu de un recuerdo que hoy tengo la sensación de haber creado en otro momento, y aquella vez, fue tan vívido como esta.
Las montañas de agua me llevan de la mano, me ahogan y me rescatan. Me hunden y me enseñan a nadar. Se empeñan en demostrar que su trabajo es reenseñarme una lección que aún no pude descifrar, pero estoy seguro de estar comprendiendo.
Lo supe porque a pesar de haberme sorpendido dentro de un recuerdo repetido, esta vez tengo puestas las patas de rana.
A simple scheme
Como un capitán Nemo barbado dominé al gigante molusco cefalópodo cuyos tentáculos amenazaban a mi otrora inestable Nautilus. Con la audacia del corsario negro y la frialdad de un arponero, le disparé entre los ojos y lo vi hundirse en las oscuras aguas de la incertidumbre.
Nunca fui tan piadoso ni tan cruel. Nunca tuve mayor certeza ni mayor confianza en mi puntería.
Una vez terminada la reyerta, el resto de los marinos en cubierta me miraron cual orate y juraron desentender mi lengua. No me había percatado que estaba una vez más hablando en código.
Aún así me vitorearon y brindaron tres veces a la salud de su capitán, les alcanzó con la sonrisa que llevo en el semblante. Sabían que había librado una batalla, que a la larga sería definitoria de su suerte tanto como lo es para la mía.
La distancia cura la miopía, y la velocidad hace que el viento acaricie las superficies que rara vez son siquiera vistas o aún pensadas.
Ante un sencillo plan, es lo más prudente ser simple.
Ahoy mates!
el día de los muertos
No sé bien qué día se festeja el día de los muertos en México, pero en Villa Pueyrredón es el dieciséis de Diciembre. Lo sé casi de casualidad porque mi amiga Tee hoy necesitaba Cianuro y yo justo estaba por la calle, así que me dispuse a conseguirlo.
Fue de ese modo como me enteré que todas las existencias se habían terminado, ya que debido a la celebración de los difuntos reservaban todo lo que tenían para ellos, pues no aceptan brindar con otra cosa.
Lamenté, aunque no tanto, no poder conseguir el vital (paradójicamente) elemento y seguí mi camino. No lo reemplacé con otra cosa más que unas palabras sordas. Funcionó.
Más tarde encontré que la celebración tomaba magnitud en toda la ciudad y fui desplazándome detrás de ella como uno más, pero sin que nadie me viera. Me disfracé de saltimbanqui en otra época y salté hasta tocar las luces entre todas las artes que la lluvia permitió.
La muerte me llenó de vida, y la energía que brota de los exánimes no hizo más que quedarse atrapada dentro mío.
Ayer mientras me perdía entre tu mezcla de perfumes y esa sonrisa contagiosa, no sabía nada de todo esto; mañana seguramente lo habré olvidado, pasa la lluvia y se evapora hacia el camino color rubí.
think-o-rama
Durante setenta y dos horas decidí dejar de pensar sólo como un ejercicio; para mi sorpresa resultó mucho más sencillo de lo que me había imaginado. Con sólo perderme en la profundidad de tus ojos, o en el guiño de tu comisura fui capaz de no hacerlo.
Deambulé cual zombie durante mis rutinas diarias, e incluso adquirí algunas nuevas. Vi la rueda que da vueltas y controla el tic tac de todos, pero como no pensaba, no comprendí. Poco importó, el ejercicio estaba saliendo a la perfección.
Al parecer todo tiene su natural límite y mi cuerpo se encargó de hacerme saber que no estaba conforme con tamaña decisión, porque haciendo honor a la verdad, me había gustado tanto que estaba evaluando la posibilidad de no pensar nunca más. Por un momento pensé que iba a lograrlo, pero fue en ese instante en donde comprendí que había perdido la apuesta.
De pronto y sin aviso previo, giré y caminé sobre mis manos, vi el mundo desde el ángulo nuevo y los embates del tiempo me obligaron a volver.
Hoy ya no me pierdo y estoy seguro que tampoco gané demasiado volviendo a pensar. Pero poco a poco mis entrañas se acomodan de nuevo en su lugar.
Tal vez en el próximo intento lo logre, sólo tal vez.
.otreipsed
.descansar a volver pude cuando insomnio al vencido había que soñé.vuelta de camino el encontrar de capaz era y colores a soñaba que soñé
.tiempo mucho hace que soñe
.simultáneamente dimensiones dos en, verte pude soñando
.recuerdo raramente colores a sueños
.revelador y terrible, placentero y vívido, distinto fue este
.reconocí te que claro tengo, eras quien supe no
.verte para espaldas de caminar y revés al sueño el soñar espero
para-dox
Durante años me dediqué a mentir y perfeccioné tanto mi habilidad que llegó un momento en donde ni yo sabía qué parte era verdad y qué parte era mentira de las cosas que decía.
Tan profundo fue mi estudio y mi dedicación, que hasta pensaba en términos mentirosos, veía en términos mentirosos y me costó distinguir si una cosa era una cosa y no la otra.
Un día temí que las imágenes se distorsionen entre mis retinas y mi cerebro, que los olores cambien en el trayecto de mi nariz al lugar en donde se los clasifica y sobre todo, que mi tacto pierda plausibilidad.
Llegó un punto en donde el mecanismo estuvo tan arraigado que terminé por decirme la verdad ya que como la premisa era mentirme, no encontré mejor solución que ser absolutamente sincero mientras me decía que me mentía.
Es por eso que no hace mucho dejé de temer ya que redescubrí que lo que veo es el reflejo de lo que tengo delante, lo que huelo es el aroma que desprende mi entorno y lo que toco es realmente la materia que es. Ya no necesito mentir.
Un encuentro con Ghost Dog
Durante cuatro días estuve recluído en el más sagrado de los santuarios que pude encontrar, junto con el buda de mi amiga M nos encerramos voluntariamente en las alturas.
Entre los restos de otra época aún podían verse las escrituras de nuestro amigo Ghost Dog. Junto con sus enseñanzas del seppuku estaban aún los rastros de RZA. No cabía ninguna duda; era el lugar indicado y el momento preciso.
Mientras yo purgaba el veneno que corría por mis venas, meditamos y estudiamos figuras samurai hasta que todos los movimientos fueron el mismo y uno solo.
Pude acercarme al centro de gravedad que domina mis pulsiones, aunque no tanto como para descifrarlo completamente. Aún así, y a pesar de todo me reí de los terremotos bajo mis pies, disfruté con la salida del sol cada una de las mañanas y entregué uno de mis ojos verdes para una noble causa, no necesitaba ver en el lugar en donde me encontraba.
Cuando estuve listo me fui sin mirar atrás, sé que cerré la puerta, esa puerta que tanto me había costado encontrar.