Ser o no ser o no
Aprovechando que no estaba dentro mío me miré directamente a los ojos y me encontré no conmigo, sino con un recuerdo de otro yo, pero éramos tan parecidos que casi podría decir que éramos iguales. Casi.
Fue ahí el momento en que me perdí, y no supe ya distinguir qué parte mía era real y qué porcentaje era otra cosa. No sé si volví o todavía estoy intentando tomar la línea seis para poder llegar a la combinación con la uno. Si me ven, avísenme que tal vez no esté dentro de mis cabales, pero háganlo con cuidado, porque estoy pasándola bien por un rato.
Resulta asombroso como ver girar al mundo puede realmente hacer que el mundo gire.